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Los soportes más importantes de mayor sostenibilidad ambiental

Hay cierta confusión, yo diría que mucha, a la hora de establecer a nivel de soportes en la industria gráfica que es ‘ecológico’ o ‘verde’. Lo usual para la gente es pensar que un papel reciclado cumple con el compromiso de contribuir al bienestar del medio ambiente, nada más lejos de la realidad. Un papel reciclado que en su proceso de fabricación no mantiene controles estrictos en cuanto a un desarrollo sostenible contribuye poco o nada a la respetabilidad de la naturaleza. Dicho esto, me gustaría mostraros los cuatro importantes soportes que podemos encontrar respecto a un proceso sostenible y ecológico del mismo:

Papel ecológico:
Es aquel que en su proceso de fabricación se ha tenido en cuenta la sostenibilidad en el impacto ambiental que puede provocar su producción, en base a su ciclo de vida, desde que ‘nace’ hasta que ‘muere’, que contempla un análisis del uso y consumo de los recursos naturales y de la energía, así como otros elementos contaminantes referentes a emisiones, ruidos y olores.

Papel reciclado:
cuando se emplean en su fabricación materias primas recuperadas de papel/cartón usado, es decir, que provienen del post-consumo o bien del precosumo, es decir, de desperdicios de producciones anteriores.

Papel con ausencia de cloro elemental:
son libres de cloro elemental, ECF, no utilizan cloro gas para el blanqueado del mismo, utilizando para ello dióxido de cloro, ya que el cloro gas es un potente contaminador que en contacto con el agua y la madera afecta al sistema inmunitario de los mamiferos.

Papel con ausencia de cloro:
se elimina por completo el uso del cloro en su proceso de fabricación (TCF), utilizándose como alternativa el oxígeno o el ozono.

Dicho esto, cada tipo de papel viene con su respectiva etiqueta que nos dice que ese papel cumple con las exigéncias establecidas por los consejos reguladores de calidad, que vela por el cumplimiento de las mismas.

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